Así como jugando ya han pasado 2 años desde que decidí abrir este blog. Personalmente ha sido una gran experiencia, y creo que todos los objetivos que tenía en ese entonces se han cumplido.
No es fácil llevar un blog, menos de transporte que es un tema tan específico, y que poca alegría nos da a los peruanos. Debo confesar que este año he escrito menos que en el primero y que a veces se me viene la idea de abandonar el blog, en pro de alguna otra idea que me ronda por la cabeza.
Vamos al tema.
¿Cómo veo el transporte en el Perú después de 2 años de estar pendiente de él?
Pues en mi humilde opinión, no se ha hecho nada significativo.
Vamos a ver, hay mejoras, se nota que hay trabajo, se nota que el alcalde y su equipo están trabajando, que tienen ideas, que hay proyectos, que se están organizando a los transportistas, que han dado normas, que ha aparecido el bus patrón, que han mejorado pistas etc. Se ve trabajo, pero en el fondo, la realidad es una, el transporte en Perú y en particular en Lima sigue siendo un desastre y no muy diferente a lo que era hace 2 años.
No me gusta hablar de proyectos hasta que sean realidad, por tanto, el único proyecto que realmente es significativo estos dos años es El Metropolitano, y es un logro de la actual alcaldesa que lo haya hecho funcional. Por los demás proyectos habrá que seguir esperando y el tren eléctrico sigue siendo una burla para el país.
¿Por qué no se aprecia un cambio significativo en la ciudad?
Supongo que es por dos razones, la primera es la deficiencia de infraestructura que es muy grande y requiere tiempo, por tanto habrá que seguir esperando.
La segunda, creo que las acciones que se están tomando son en general proyectos aislados, pero no siguen directrices claras.
Lo que quiero decir acerca de las directrices claras, es que hay líneas de pensamiento en las cuales todas las obras y proyectos deberían converger. Esas líneas deberían ser:
Urbanizar la ciudad orientada hacia el peatón. La ciudad no son parques bonitos, malecones, cruces de avenidas, ni proyectos de transporte, la ciudad es cada calle, cada vereda, cada avenida, cada barrio donde la gente vive, está e interactúa. En lima, esas calles están sin asfaltar, tienen huecos, sin señalizar, sin pasos de cebra, con veredas angostas, con exceso de cables y de publicidad etc.
Si no hay urbanismo y orden pensado hacia el peatón, que es el usuario final, menos podrá haber proyectos de transporte o estos serán simplemente carentes de sentido. ¿Cómo se puede pensar en como se mueve la gente, sin pensar antes en cómo vive esa gente?
Hacer una ciudad política y ejecutivamente funcional: Políticamente, la cuidad está muy mal organizada, con 40 y tantos distritos, muchos disfuncionales, todos con demasiadas atribuciones y territorios ínfimos. Una policía que trabaja para si misma y nadie sabe bien como. Un ministerio de transporte que da cualquier norma que se le ocurra, y una alcaldía, que trata de hacer obra luchando contra su revocatoria y contra los propios distritos, el ministerio de transporte, contra el ministerio del interior, y a veces hasta en contra del gobierno central.
En este caos, el transporte no le termina perteneciendo a nadie (y un poco a todos), y por eso llegamos a la situación en que nos encontramos.
Así aún esperamos una autoridad independiente tráfico (que no es lo mismo que transporte), que debería ser en realidad nacional, y que sea el órgano ejecutivo, sobre el tráfico, la policía y las obras de infraestructura.
Sin embargo creo que hay motivos para estar optimista, la larga lista de proyectos pendientes o en ejecución, deberán mejorar en algo las condiciones de transporte en los próximos años.
Pues el tráfico, el transporte, y la manera como vivimos, no es un fin, sino que hay que estar mejorando constantemente. Además debería involucrarnos a todos pues afecta directamente nuestra calidad de vida y nuestro desarrollo como personas y sociedad.
Link: un año de TransportePerú
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